Nos complace presentarles la entrevista del mes de febrero, en la que tenemos a la destacada ingeniera geotécnica, y nuestra expresidenta, Daniela Pollak. En una interesante conversación, Daniela nos cuenta su experiencia en grandes proyectos, su visión sobre el presente y futuro de la geotécnica chilena, sus impresiones sobre el creciente rol de la mujer en la ingeniería, y mucho más.

  1. ¿Cuándo decidiste dedicarte a la geotecnia? ¿Qué temas y/o personas te motivaron a desarrollarte profesionalmente en esta área?

Cuando estaba en el colegio quería estudiar Biología Marina, en mi entorno muchos de mis amigos querían estudiar Ingeniería. ¡Que poco originales, todos quieren estudiar lo mismo! No tenía idea de las distintas especialidades que existían. Después en cuarto medio, quedé embarazada y al tener a mi hijo, era complejo irme con él a estudiar fuera de Santiago (en ese tiempo Biología Marina lo daban en Concepción y La Serena). No sabía que estudiar y un día el padrino de mi hijo me comentó sobre Geología, y me encantó. Me preparé durante un año entonces para entrar a Ingeniería, di la prueba y el puntaje me daba para entrar a la Pontificia Universidad Católica (PUC), que, si bien no tenía Geología, tenía Ingeniería en Medio Ambiente que también era un tema que interesaba. Opté finalmente en irme a la PUC, principalmente porque los horarios de clases y pruebas eran más compatibles con la maternidad.

Un día, iba pasando por afuera del departamento de “Estructura y Geotecnia” y decidí entrar a preguntar de qué se trataba la especialidad. Ahí me recibió Jorge Troncoso, quien, dentro de los cursos que dictaba estaba Geotecnia Ambiental. Y bueno me pareció un muy interesante complemento de dos ámbitos que me llamaban mucho la atención.

Después, cuando entré a trabajar, me di cuenta con más conocimiento de causa lo que implicaba la especialidad. Entre los primeros proyectos en que trabajé, fue en el diseño de depósitos de lastre y de relave que se emplazaban/rían en valles de la cordillera. Reconozco que debo haber pasado un par de meses en que me iba llorando al trabajo pensando en el impacto al medio ambiente de los depósitos que estaba diseñando. Finalmente opté por dar vuelta la mirada y considerar que estas obras igual se iban a diseñar/construir, por lo que me pareció que podía encausar mi carrera aportando con una visión más sustentable.

  1. ¿Cuál es el proyecto geotécnico más recordado y/o desafiante en el que hayas participado? ¿Cuáles eran los aspectos que lo hicieron especial?

Si bien la mayoría de mi experiencia ha sido en proyectos mineros, mi proyecto regalón fue la campaña geotécnica para la fundación del European Extremely Large Telescope (E-ELT) de la European South Observatory (ESO). Cuando estaba en Arcadis, trabajé en este proyecto desde sus inicios, revisando las bases de licitación y preparando la propuesta, proceso que fue lento dado que la ESO tenía exigencias europeas que en algunos casos no aplicaban a la realidad chilena, por lo que realizaron varios ajustes durante la licitación en términos de alcances. Recuerdo que cuando nos lo adjudicaron, estaba con una carga laboral altísima, pero el proyecto era tan interesante y entretenido que no sabía si ponerme a reír o llorar. Una vez adjudicado, me asignaron el rol de Jefe de Proyecto (creo que fue de los primeros proyectos que tuve ese rol), por lo que implicó ver transversalmente tanto la parte técnica como administrativa, gestión de subcontratos, campaña de terreno, programación y otros y en que trabajé con un excelente equipo de geotécnicos, geomecánicos y geólogos, por lo que la parte técnica fue de mucho aprendizaje. Por otro lado, tener como contraparte a la ESO también era un desafío, ya que ellos no contaban con mucha experiencia en geotecnia (por la naturaleza de su rubro claramente ellos están dedicados a ver más el cielo que el suelo), por lo que se requería ir enseñándoles de la especialidad para poder ir modificando por ejemplo plan de prospecciones y ensayos. El proyecto además lo cerramos presentando dos papers en conjunto (Arcadis/ESO). ¿Orgullosa? Si por supuesto, tremendamente orgullosa y más aún honrada de haber tenido esta posibilidad.

  1. Actualmente, ¿qué proyectos te encuentras desarrollando, en tu labor como Jefa de Proyectos en IDIEM?

Estoy con un proyecto para Antucoya, que consiste en la ejecución de una campaña geotécnica para caracterizar ripios lixiviados mezclados con diferentes contenidos de estéril, para lo cual, hemos realizado ensayos de placa de carga en terreno y toma de muestras para ensayos triaxiales y oedómetros de gran tamaño.

Otro proyecto que llevo es la campaña geotécnica en terreno (sondajes, calicatas, geofísica) y ensayos de laboratorio para caracterizar el terreno de fundación, cubeta y muros del tranque Talabre de Codelco, en Calama.

  1. Has sido una persona muy activa en SOCHIGE, siendo presidenta en un período y vicepresidenta en el saliente directorio. ¿Cuáles son tus motivaciones personales para participar activamente en la Sociedad?

Cuando supe de SOCHIGE me pareció que era un espacio tremendamente necesario para el encuentro, para facilitar el diálogo, abrir el abanico de conocimiento y conectar a las generaciones de más experiencia con las que están en sus inicios de formación. La geotecnia como cualquier especialidad tiene muchas subespecialidades, que además se conectan con tantas otras áreas que salen tanto de ésta como incluso de la ingeniería.

Participar en la sociedad y haber sido parte del directorio ha sido tremendamente enriquecedor, me ha permitido conocer muchos espacios, investigaciones, instituciones, y personas, oportunidades que cuando uno está solo inmerso en el trabajo no logra ampliar, además de poder desarrollar proyectos en paralelo para apuntar a expandir el conocimiento y vincularnos. Un ejemplo de ello es el proyecto de Suelos Chilenos, liderado por Carolina Jadue junto con Ana Donoso, en el cual, además del aporte desde lo técnico, se ha generado un espacio de interacción y conocimiento de profesionales.

Por otra parte, la organización de los congresos nacionales, así como fomentar la participación en panamericanos, congresos internacionales es un gran desafío también, presentar los temas que son punta de flecha, que se está investigando, ¿cuáles son los temas clave a discutir y poner sobre la mesa, que pasa con nuestras normativas? ¿Como las estamos enfrentando como país? Este es el espacio donde podemos transversalmente trabajar independiente de a qué empresa, universidad, entidad pública o privada en la cual nos estemos desarrollando profesionalmente.

X Congreso Nacional de Geotecnia, Valparaíso 2018 – 50 años de SOCHIGE – De izq. a der. Pedro Ortigosa de Pablo, Luis Valenzuela Palomo, Daniela Pollak Aguiló, Claudio Foncea Navarro, Michel Van Sint Jan Fabry, Ramón Verdugo Alvarado

  1. ¿Cómo has visto el desarrollo de la geotecnia chilena durante tus años en el Directorio? ¿Cuáles son los temas que has visto potenciarse en los últimos años y cuales piensas que serán importantes en el mediano/largo plazo?

Chile es muy potente en desafíos geotécnicos dado que es un país sísmico, con alto desarrollo de minería, energía, infraestructura a lo que se le suma sin lugar a dudas la sustentabilidad.

Cuando comencé a trabajar, una de las cosas que vi en la geotecnia nacional fue la diferencia generacional. En esos tiempos los geotécnicos de gran experiencia eran contados y las nuevas generaciones ya se estaban desarrollando desde una subespecialización en que se va hilando más fino, se va complejizando, lo cual es excelente en términos de avances sin embargo hace falta también una mirada más macro y transversal.

He podido ver cómo nos miran desde afuera, como nos validan y nos consultan, Chile es reconocido en el exterior por una gran capacidad y experiencia técnica, creo que es un gran desafío lograr alinearnos para posicionar nuestro conocimiento más allá de las personas, sino como país.

También es claro cómo se ha dado un crecimiento explosivo en la minería, principalmente por los desechos mineros, teniendo a la vista que se trata de materiales y disposición de éstos generados por el hombre (depósitos de lastre, relaves, ripios lixiviados, entre otros) y su impacto social y ambiental, lo cual nos exige mayor investigación para diseños orientados tanto para el corto como el largo plazo, para lo cual es imprescindible el trabajo multidisciplinario así como el trabajo conjunto entre empresas/consultoría/autoridad/universidades de manera de orientar a contar con herramientas para asegurar estabilidad, realizar mitigaciones, monitoreos permanentes,  análisis periódicos e innovación que permitan actualizar ya sea condiciones actuales como de futuros proyectos.

Respecto a este tema, comentar que el año 2020 en el marco de la Sociedad Internacional de Mecánica de Suelos y Geotecnia (ISSMGE), fue creado el comité técnico de Tailings and Mine Waste, el cual es presidido por Ramón Verdugo y en el cual participan además muchos profesionales chilenos. (https://www.issmge.org/committees/technical-committees/applications/tailing-and-mine-wastes)

Por otra parte, al trabajar en IDIEM he sido testigo de la alta demanda de ensayos geotécnicos y como, debido a la naturaleza de los suelos, se han generado solicitudes especiales ya sea de modificaciones a los ensayos respecto a las normas, procedimientos o de información y/o mediciones adicionales. Esto es parte de los desafíos que se han enfrentado y que se deben seguir desarrollando con más fuerza en el país, tanto generar modificaciones a los ensayos existentes como proponer a la industria nuevos ensayos, teniendo a la vista la variabilidad de comportamiento por ejemplo en los materiales generados por la minería, así como generar más especialización y educación en torno a los ensayos.

  1. ¿Cuál es tu visión sobre cómo se están formando los profesionales geotécnicos en Chile? ¿Crees que hacen falta más programas con enfoques “prácticos” estilo M.Eng? ¿Cuáles crees que son los desafíos en este aspecto?

En Chile se ha visto un importante crecimiento de la formación de profesionales tanto en pregrado como para la especialización ya sea mediante diplomados, magister y doctorado, la cual históricamente estaba más bien centrada en solo dos universidades en Santiago y hoy en día vemos como se ha expandido por ejemplo a Valparaíso y Concepción, lo cual a su vez es un gran avance en la descentralización.

Respecto a la formación propiamente tal, la ingeniería de por si considero requiere una componente base asociada a la teoría y rigurosidad para dar sustento a los cálculos y estimaciones que se realizan, sin embargo, la parte práctica en esta especialidad cobra un alto valor dada tanto por la componente observacional como de la aplicación de la teoría y sus potenciales efectos. Así como en la geología, el geotécnico debe tener una importante formación en terreno y en la ingeniería práctica. Ejemplo de ello es el muchas veces discutido problema de que el diseñador ejecute un proyecto que no se puede construir. Para que eso no suceda se debe tener una base de humildad en el conocimiento, de escucha, de empatía, de preguntar y preguntarse, de cuestionar desde distintas aristas. La geotecnia no se limita a caracterizar el tipo de suelo en que vas a fundar, rellenar o cortar, debe tener una mirada abierta a todas las condiciones externas, debe ser multidisciplinaria, y en eso no cerrarse solo a temas geotécnicos, sino incluir la constructibilidad, los costos, la tecnología, la formación y trabajo en equipo, el liderazgo entre otros.

Considero además que las empresas deben incorporar componentes de aprendizaje, por ejemplo, de mentoría para que quienes tienen más experiencia traspasen a las nuevas generaciones y viceversa. Debe haber un involucramiento de las partes, sentido de pertenencia. Esto lo digo con conocimiento de causa y agradecida de los consultores y equipo con los que tuve el honor de trabajar en Arcadis. También se debe tener en cuenta que hoy en día la rotación de profesionales es recurrente y ello es una muy buena herramienta de transmisión de conocimiento, así como la diversificación de experiencias.

Por otra parte, considero altamente preocupante la falta de disponibilidad de académicos y profesores a nivel nacional que viene dada en parte por la alta oferta laboral en la ingeniería práctica como por la falta de facilidades e incentivos para el desarrollo no solo de la innovación e investigación, sino de la educación en sí.

Estamos en deuda de espacios para discutir respecto a la educación en geotecnia. Pongo como ejemplo a la Sociedad Mexicana de Ingeniería Geotécnica (www.smig.org.mx) que el año 2022 celebró su XXII reunión nacional de profesores de ingeniería geotécnica. El año 2019 me invitaron a participar en un panel del XVI Congreso Panamericano de Mecánica de Suelos y Geotecnia en el marco de una serie de plenarias organizadas por la Sociedad Internacional, en que justamente el objetivo era plantear las habilidades requeridas para la profesión en las siguientes 2 a 3 décadas desde los puntos de vista de la academia, la investigación, la industria, la consultoría, asesoría, etc, en que se evidenció la variabilidad de necesidades por región y países, se discutió respecto a lo básico que debiese ser impartido por las universidades y también en la necesidad de una combinación entre habilidades blandas y la ingeniería práctica. Espacios como estos me parecen tremendamente necesario para conocer las experiencias, construir en conjunto con miras a los requerimientos a nivel nacional e internacional en el mediano y largo plazo.

XVI Congreso Panamericano de Mecánica de Suelos y Geotecnia, Cancún 2019 – CAPG: Geoeducation for the future.

  1. Aproximadamente, ¿cuál es el porcentaje de ingenieras en tu trabajo? ¿Tienes la impresión de que hoy hay más mujeres en ingeniería que en tu época universitaria? Si es así, ¿Cuáles crees son los fenómenos que han contribuido en este aumento?

En Idiem el grupo de ingeniería de la división de geotecnia el porcentaje de mujeres es del orden de 45% y las contrataciones son independientes del género. Por otra parte, este porcentaje disminuye en el área de operaciones en terreno que, dado que se trata de trabajos más pesados y que requieren más fuerza física, es principalmente de hombres. Sin embargo, se han ido incorporando cargos administrativos y de jefatura en terreno (prevencionistas, jefe de terreno, supervisión, ingeniero QA/QC, entre otros) ocupados por mujeres y que por supuesto traen como consecuencia requerimientos específicos (por ejemplo, incluir baños y alojamiento por separado, entre otros). Romper esa inercia, de los costos asociados, al menos en Idiem no ha sido tema y, por el contrario, se reconoce y es reconocido por el propio equipo de terreno cómo la componente femenina aporta más allá de la experiencia técnica, en las relaciones y gestión del equipo.

Puedo mencionar como ejemplo el proyecto en Antucoya que comentaba anteriormente, en que tanto por Idiem como por el mandante contaba con un alto porcentaje de los roles de jefaturas liderados por mujeres. Es más, debo decir que en terreno me llamó la atención positivamente ver una gran cantidad de mujeres en campamento y en el casino.

Sin duda ha habido un aumento en la cantidad de mujeres que estudian ingeniería, como ejemplo cuando me gradué (2005) fui la única egresada de la especialidad de geotecnia, hoy en día eso ha cambiado.

Creo que el aumento ha sido dado tanto por las herramientas de admisión que se han aplicado en algunas facultades (aplicación de cuotas para la paridad de género), como por el empoderamiento en los últimos años a nivel nacional. Aun así, considero que estamos en un proceso, y recalco proceso, porque somos testigos de cómo se ha tenido que obligar al sistema con estas fórmulas de cuotas, independiente de las capacidades. Espero que esto pronto deje de requerir ser una imposición, sino que fluya naturalmente.

Parte del equipo de mujeres en la División Geotecnia Ingeniería (DGI) – Idiem

  1. En geotecnia, al igual que muchas áreas de la Ingeniería Civil, históricamente se ha tenido mayor presencia masculina. ¿Cuáles crees que son los principales desafíos a los que se enfrenta la mujer en Ingeniería?

Creo que estamos frente a la intersección de dos grandes hitos que están ocurriendo: el primero, relacionado con la fuerza del feminismo y como en muy pocos años ha pasado a ser un tema de conversación usual a nivel nacional y mundial. El segundo; el cambio generacional, en que las prioridades y definiciones respecto a la calidad de vida, diferentes conceptos de familia y la conexión con el medio ambiente están rompiendo muchos paradigmas. Al converger ambos hitos, me parece que el desafío más bien es para todos nosotros como sociedad y no para las mujeres en particular.

No es menor el tema, personalmente puedo decir que, siendo una mujer que me considero bastante empoderada, he estado en situaciones en que me he sentido intimidada o con sensación de vulnerabilidad ya sea física (por ejemplo, en campamentos mineros) o psicológica (por agresiones del entorno laboral), sin embargo, estos no solo están asociados al ser mujer.

Si volvemos a la pregunta de desafíos, insisto en que no necesariamente son solo acotados a las mujeres y tampoco a la ingeniería, algunos que podría mencionar son:

  • Atreverse a sacar la voz, a sacarse el prejuicio del que dirán, la carga de que si me equivoco va a ser más tildado de que si otro/a se equivoca.
  • Aprender a poner límites, plantearlos claramente y que éstos sean respetados y no ninguneados.
  • Repartir la carga de “cuidador”. Históricamente ha recaído principalmente en las mujeres el cuidar a abuelos/as, padres/madres, hermanos/as, hijos/as, lo cual lleva en algunos casos a tomar la decisión de coartar el desarrollo profesional por la falta de tiempo o muchas veces también por sentimiento de culpa.

Todo lo anterior, es importante que sea entendido por parte de todos como sociedad, cada uno tiene un rol tremendamente importante en poder aportar ya sea desde un cotidiano como desde un macro.

  1. ¿Qué consejo le podrías dar a los estudiantes, y especialmente, a las estudiantes que estén considerando comenzar o comenzando una carrera en la geotecnia?

Más que consejo, motivarlos respecto a la relevancia y a lo interesante que es esta especialidad, particularmente en Chile en que tenemos sismos, volcanes, minería (con su consecuente generación de materiales como relaves, ripios lixiviados, lastre), proyectos de energía (hidráulicos, eólicos, solares) e infraestructura,  a lo que se suma nuestra geografía que genera y dispone de una diversidad de materiales a lo largo del país (caliche, chuzca, trumao, entre muchos más) que nos desafían a estudiarlos, entender su comportamiento y dar solución a los diferentes problemas que ellos presenten según la solicitación que aplique. La especialidad en si tiene un gran abanico de posibilidades para ejercer.

  1. ¿Cuáles son las brechas que vez y como te gustaría que evolucionara el rol de la mujer en la Ingeniería Civil?

Siento que hay una brecha importante en términos de género sobre todo en la parte de construcción y minería, en que puedes tener extremos de encontrarte con personas definitivamente misóginas o, por el contrario, que te toman más en cuenta al ser mujer, y tienen un trato más cuidadoso y receptivo, siendo ambas situaciones asociadas al género por sobre el profesional.

Pero volviendo al tema de que no es solo el ser mujer, un ejemplo concreto de ello es que como parte del equipo de operaciones fue contratado un ayudante transgénero, lo cual nos llevó a revisar desde cómo aplica la normativa (por ejemplo, la “ley del saco” que define el peso máximo a levantar por un hombre y una mujer) así como definir las necesidades prácticas en terreno como por ejemplo el alojamiento, baños, el planteamiento tanto al equipo interno como con el cliente.

Ahí te das cuenta que más allá del género, hay muchos requisitos que no están claros o bien resueltos. En la medida que esos requerimientos sean identificados, definidos, aplicados y funcionen, el género cobra menos relevancia.

Sin duda muchas empresas están incorporando políticas de inclusión, ha sido un largo proceso, complejo, porque es una transformación no menor de normativas, hábitos, lenguaje y cuestionamientos que movilizan lugares muchas veces muy personales, que requieren romper paradigmas profundos. Los cambios están ocurriendo, a veces en plazos que uno quisiera fueran más cortos y expeditos, pero creo que serán para mejor.

 

Entrevista por:
Gonzalo Boada, Ingeniero Civil
Rafael Iglesias, Ingeniero Civil